¿Quién no ha sufrido en algún
momento el desamor o mal de amores? Sufrido o no es fácil reconocer el desamor como
la falta de amor y aunque cada persona lo vive a su manera, perder a la persona
que queremos suele hacer sentirnos tristes, vacíos, tener ganas de llorar,
perder el apetito, no poder sacarle de la cabeza, no poder olvidarle,
experimentar dependencia emocional…
El amor, el desamor y el odio
están estrechamente ligados, por ello, cuando esa persona a la queremos se
aleja de nosotros o nos hace daño, fácilmente podemos odiarle y seguir
queriéndole a la misma vez mientras experimentamos ese desamor.
Cuando una relación de pareja
empieza a ir mal, es normal que uno de ellos se de cuenta antes que el otro de
esta nueva situación, incluso puede que uno de los dos se desenganche antes de
la relación. Aunque no es lo más común,
también puede pasar que ambos vayan al mismo ritmo y vean las dificultados y el alejamiento entre
ellos a la misma vez.
En el momento en el que aparecen
problemas en la pareja se pueden tomar dos decisiones: luchar por la pareja o
tomar la decisión de romper. Cuando se decide cortar, suele vivirse como un
fracaso personal y de pareja, sin embargo, esto es de dos, una ruptura no es
culpa de uno u otro sino responsabilidad de las dos partes de la relación. Este
momento de ruptura siempre es duro para ambos pero a veces es lo más sano.
Muchas parejas evitan la ruptura
por miedo, siguen luchando por algo que realmente no es posible provocando un
desgaste y consiguiendo un efecto contrario, dañar irreparablemente la
relación. Evidentemente la ruptura es dura pero, en estas ocasiones, es una
sabia decisión para que cada uno pueda rehacer su vida.
Tras una ruptura ambas personas
han de pasar por un estado de duelo en el que asumir la pérdida ya no sólo de
esa persona sino también de pertenecer a una pareja. Durante este período es normal
que ambos sufran, incluso el que ha tomado la decisión de romper la pareja, ya
que es el momento en el que el desamor hace su máxima presencia.
A pesar de la mala prensa que el
desamor tiene, aporta una gran experiencia al ser humano: apreciar e
identificar el amor de verdad. Por eso, aunque a veces nos choquemos con el
desamor en nuestra vida, es necesario enfrentarse a él, superarlo y tras
recolocar a esa persona en nuestra cabeza y nuestro corazón, retomar las
riendas de nuestra vida para seguir buscando ese amor por el que sí estaríamos
dispuestos a luchar.
Mª Isabel Naranjo Castro
Psicóloga Agencia Matrimonial Cyclo