La infidelidad es una de las
peores traiciones que podemos ofrecer a nuestra pareja o ésta puede darnos a
nosotros.
Son muchos los mitos que afirman
que el hombre es más infiel que la mujer, sin embargo, el hecho de ser infiel
no lo determina tanto el sexo sino las necesidades no cubiertas que esta
persona sufre en un momento concreto y el tipo de relación que tiene con su
pareja.
Anteriormente el hombre era más
infiel que la mujer estadísticamente, era el que salía, el que “vivía la vida”,
se relacionaba más fuera del entorno familiar, tenía libertad y la mujer la que
se quedaba en casa, esperaba, aguantaba, se sometía. Hoy en día esto no sucede así, ya que la
mujer ahora también trabaja fuera de casa como el hombre, se relaciona, sale…
existe una igualdad y una libertad más equilibrada que los pone al mismo nivel.
Por ello considero que no se puede valorar que el hombre es más infiel que la
mujer sino que hasta hace “cuatro días” la mujer estaba más cohibida y eso le
llevaba a tener menos posibilidades para ser infiel. Hoy en día, hay un mayor
rechazo a la infidelidad y hacia la idea de “aguantar” por parte de las nuevas
generaciones del que años atrás había.
Quizá ahora sí estamos en
condiciones de comparar quién es más infiel aunque… ¿es cuestión de sexo ser
infiel?
Cuando se produce una infidelidad
es porque, de alguna manera, esta persona busca cubrir esa necesidad que tiene
con su pareja con otra persona. Esta necesidad no tiene por qué ser única y
exclusivamente sexual, sino que también puede tratarse de algún aspecto
emocional como por ejemplo atención o huir de la monotonía. Esta es la razón más fuerte por la que aparece una
infidelidad: satisfacer las carencias en la pareja.
Otro famoso mito es el que dice que el hombre es infiel por
naturaleza. Aquí es muy importante tener
en cuenta el fenómeno de la poligamia y la monogamia ya que en la actualidad,
la monogamia predomina en la mayoría de las culturas y en ésta, la infidelidad
no está aceptada. Por ello, más que ser un hecho pura y exclusivamente
biológico (aunque no podemos negar la evidencia genética), hay que tener en
cuenta que existe este factor sociocultural que propicia o limita la
infidelidad.
Como terapeuta de pareja, soy
consciente que los efectos de una infidelidad dañan la relación. Ahora sabemos
que detrás de una infidelidad hay necesidades no cubiertas así que no dejes
pasar la oportunidad de hablar con tu pareja y juntos empezar a cubrir esas
necesidades antes de que el daño emocional sea inevitable.
María Isabel Naranjo Castro
Psicóloga de la Agencia Matrimonial Cyclo
María Isabel Naranjo Castro
Psicóloga de la Agencia Matrimonial Cyclo