jueves, 26 de septiembre de 2013

INFIDELIDAD EN LAS NUEVAS GENERACIONES

La infidelidad es una de las peores traiciones que podemos ofrecer a nuestra pareja o ésta puede darnos a nosotros.

Son muchos los mitos que afirman que el hombre es más infiel que la mujer, sin embargo, el hecho de ser infiel no lo determina tanto el sexo sino las necesidades no cubiertas que esta persona sufre en un momento concreto y el tipo de relación que tiene con su pareja.

Anteriormente el hombre era más infiel que la mujer estadísticamente, era el que salía, el que “vivía la vida”, se relacionaba más fuera del entorno familiar, tenía libertad y la mujer la que se quedaba en casa, esperaba, aguantaba, se sometía.  Hoy en día esto no sucede así, ya que la mujer ahora también trabaja fuera de casa como el hombre, se relaciona, sale… existe una igualdad y una libertad más equilibrada que los pone al mismo nivel. Por ello considero que no se puede valorar que el hombre es más infiel que la mujer sino que hasta hace “cuatro días” la mujer estaba más cohibida y eso le llevaba a tener menos posibilidades para ser infiel. Hoy en día, hay un mayor rechazo a la infidelidad y hacia la idea de “aguantar” por parte de las nuevas generaciones del que años atrás había.

Quizá ahora sí estamos en condiciones de comparar quién es más infiel aunque… ¿es cuestión de sexo ser infiel?

Cuando se produce una infidelidad es porque, de alguna manera, esta persona busca cubrir esa necesidad que tiene con su pareja con otra persona. Esta necesidad no tiene por qué ser única y exclusivamente sexual, sino que también puede tratarse de algún aspecto emocional como por ejemplo atención o huir de la monotonía. Esta es la  razón más fuerte por la que aparece una infidelidad: satisfacer las carencias en la pareja.

Otro famoso mito  es el que dice que el hombre es infiel por naturaleza.  Aquí es muy importante tener en cuenta el fenómeno de la poligamia y la monogamia ya que en la actualidad, la monogamia predomina en la mayoría de las culturas y en ésta, la infidelidad no está aceptada. Por ello, más que ser un hecho pura y exclusivamente biológico (aunque no podemos negar la evidencia genética), hay que tener en cuenta que existe este factor sociocultural que propicia o limita la infidelidad.

Como terapeuta de pareja, soy consciente que los efectos de una infidelidad dañan la relación. Ahora sabemos que detrás de una infidelidad hay necesidades no cubiertas así que no dejes pasar la oportunidad de hablar con tu pareja y juntos empezar a cubrir esas necesidades antes de que el daño emocional sea inevitable.

María Isabel Naranjo Castro

Psicóloga de la Agencia Matrimonial Cyclo


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